El tiranosaurio mentiroso

03.05.2014 16:10

Circula un texto muy gracioso con los tópicos que no deben faltar en una nota de prensa si se quiere que el hallazgo de un dinosaurio capte la atención general. Seguramente, el más singular de ellos consiste en citar siempre a Tyrannosaurus rex. No importa el dinosaurio del que se hable, T. rex tiene que aparecer sin excusa posible. Si nuestro dinosaurio tiene unas dimensiones, antigüedad geológica o zona geográfica semejante, así se hará constar inmediatamente. Si ambos dinosaurios se parecen como un huevo a una castaña, también se citará expresamente:

                - "nuestro dinosaurio era diminuto, no como el gran T. rex", o

                - "al contrario que los grandes depredadores, como T. rex, nuestro dinosaurio comía plantas".

 

 

Réplica de un esqueleto de T. rex, la unidad de referencia popular para buena parte de los demás dinosaurios, sean del tipo que sean / Alberto Cobos-Fundación Dinópolis.

Este recurso viene de oficio, lógicamente, cuando lo que se encuentra es un tiranosáurido, próximamente emparentado con el rex y de su misma antigüedad. La contundencia del argumento, en ese caso, llega a minimizar la importancia de los demás tópicos o incluso hacerlos innecesarios. Aunque dos de ellos siempre vienen bien: que el equipo investigador sea emergente, joven y emprendedor, y que la investigación suponga un antes y un después en el conocimiento del grupo.

Ahora se ha presentado un nuevo tiranosáurido, caracterizado por poseer un hocico alargado y estrecho (a diferencia del corto y macizo del rex). Si el material recuperado de un dinosaurio resulta espectacular, el esqueleto está bien representado y pertenece a un nuevo tipo "rompedor" tiene, hoy en día, casi todas las papeletas para provenir de... China, claro. El artículo que describe al nuevo dinosaurio, que tiene el enrevesado nombre de Qianzhousaurus, está firmado por cinco investigadores chinos y un anglófono, el emergente Stephen Brusatte, a quien la publicación de uno de sus relevantes artículos en Science pilló en Teruel, participando en un simposio internacional. Según Brusatte, este nuevo ejemplar de dinosaurio adulto "rompe el molde respecto a lo que podría esperarse que son los tiranosaurios", al confirmar la sospecha -planteada tras el estudio de dos individuos juveniles encontrados en Mongolia con anterioridad- de que realmente existió un subgrupo de tiranosaurios con el hocico alargado.

 

Cráneo de Qianzhousaurus sinensis, el dinosaurio mentiroso que tiene mucho morro / Junchang Lü-Nature Communications

Precisamente a raíz de tan facial extensión, los autores han denominado coloquialmente al individuo "Pinocho rex", un nombre que podría resultar aún más apropiado al saber que poseía cuernecillos, comúnmente poco asociados a la sinceridad.

Los investigadores todavía no han encontrado las pistas que permitan conocer la funcionalidad de un hocico tan desarrollado, un 35% más largo que el de otros dinosaurios carnívoros de talla semejante, aunque esperan resolver este enigma mediante la realización de estudios biomecánicos de la mandíbula. Confiemos en que el nuevo retoño no les proporcione un disgusto a sus "gepetos" progenitores y por esa misma boca salga la verdad que revele los hábitos alimenticios de este nuevo tipo de depredadores.

 

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